Tenerife es la isla de mayor tamaño del archipiélago canario, así como la más poblada. Es la más visitada porque allí se encuentra el Teide, un volcán que supera los 3.700 metros y cuyo pico se puede divisar desde varios puntos de la isla, e incluso desde otras como La Gomera o La Palma. Su entorno es visita obligada, con lugares como el Paisaje Lunar, el Llano de Ucanca, los Roques de García o senderos como el de Montaña Blanca, que es el más popular. Se recomienda la subida desde Vilaflor, por ser el recorrido más bonito.
Su orografía volcánica se aprecia también en sus costas, donde sus playas auténticas son de arena negra o de callado. Son especialmente atractivas las de Bollullo, en el Puerto de la Cruz; La Arena, en Santiago del Teide, o las del Poris de Abona. Pero si las prefieres con arena clara, también las hay artificiales como en la zona más turística del sur, Arona, o en la playa de Las Teresitas, que se encuentra en la capital de la isla, Santa Cruz de Tenerife.
Otro regalo de la naturaleza es el Parque Rural de Anaga, Reserva de la Biosfera y con valles, barrancos, bosques de laurisilva, pueblos y playas en su interior. Hay multitud de senderos, pero los más atractivos son Chinamada, El Draguillo o Cruz del Carmen.
En sus pueblos, abundan las casas de estilo colonial, con mucho colorido, pero en lugares como en La Orotava o San Cristóbal de La Laguna, las verás adornadas con los típicos balcones canarios. Esta última es Patrimonio de la Humanidad, y es una de las localidades para visitar, junto al Puerto de la Cruz, Garachico y Masca. Y si quieres un lugar con más ambiente por el día, entonces no te pierdas la capital.
Si realmente quieres conocer los secretos de la isla, no vale con quedarse con los puntos de interés más mencionados, sino que hay que atreverse a visitar otros pueblos, que por lo general esconden playas menos visitadas y con un ambiente más local. Pero si no dispones del suficiente tiempo, ¡esto son los lugares que ver en Tenerife más importantes!
Puesto que podrás ver a este imponente volcán desde prácticamente cualquier lugar de la isla, lo ponemos en primer lugar porque es un lugar que debes visitar sí o sí, incluso si no accedes hasta su pico. Con 3.715 metros en su última medición, el Teide es el volcán más alto de todo el archipiélago y del país, de ahí que atraiga a turistas de todo el mundo. La fotografía obligada es la de los Roques de García, imagen que aparecía en los billetes de mil pesetas. También son recomendables el Llano de Ucanca y el Paisaje Lugar.
Este parque cuenta con diferentes ecosistemas, y mientras recorres sus senderos, experimentarás cambios en la vegetación e incluso en el clima en cuestión de segundos. Abundan los dragos, las palmeras canarias y las sabinas, como en Afur, pero también los húmedos bosques de laurisilva en las cumbres y los cardonales tabaibales en la parte oriental.
Dejamos a un lado la naturaleza de las montañas por la ciudad más llana de toda la isla. Es Patrimonio de la Humanidad, y aunque te cueste creerlo, en invierno la humedad y el frío hacen que la temperatura se desplome hasta los 10º. De pequeño tamaño, cuenta con multitud de palacetes, casas coloniales e iglesias como la de la Concepción o la Catedral de La Laguna.
Capital de la isla, por el día se siente que es la localidad más poblada y núcleo comercial. Su avenida marítima incluye el Auditorio, diseñado por Calatrava; el Castillo de San Juan Bautista o el Palmetum. En el centro de la ciudad, el Parque García Sanabria, la Plaza de España o el Mercado de Nuestra Señora de África.
Las playas de esta isla se adaptan a todos los gustos, y puedes visitarlas con callados, con arena negra o con arena clara artificial. Al norte de la isla, son populares la del Bollullo en el Puerto de la Cruz, o la del Socorro, en Los Realejos. Al este, Mesa del Mar, en Tacoronte, está bien resguardada bajo unos acantilados, y Las Teresitas, es la playa familiar de la capital, con arena del desierto. Al oeste, playa San Juan o Los Gigantes, y en la zona sur, El Médano y las turísticas costas de Arona y Adeje. Otra opción son los charcos como el de San Juan de la Rambla, Punta Hidalgo o Punta de Teno.
Mientras que la parte sur de la isla es muy turística y seca, el norte cambia completamente de aspecto con sus valles verdes llenos de plataneras y el Teide al fondo. Aquí podrás visitar pueblos como La Orotava, con gran encanto por sus casas con balcones canarios; Icod de los Vinos, donde se encuentra el Drago milenario, o Garachico, que te enamorará en cuestión de minutos.
Los restaurantes para degustar la comida típica de la isla reciben en Tenerife el nombre de guachinches, y se encuentran en la zona norte, por ser donde se concentra la población local y donde se mantienen más vivas las costumbres. No obstante, la variedad de restaurantes es tal, que no solo en ellos podrás acercarte al auténtico sabor canario. De hecho, en los que están situados en los pueblos costeros, te esperan sabrosos platos influenciados por la cercanía con el mar. ¡Estos son los platos típicos que comer en Tenerife!
El clásico entre los clásicos son las papas arrugadas con mojo, que encontrarás en cualquiera de las islas allá donde vayas. Reciben este nombre porque se cuecen en agua muy salada que les arruga la piel. Se sirven con mojo verde de cilantro y rojo con pimentón.
El puchero canario guarda una gran similitud con los de la península, pero aquí se añaden a la carne, las verduras y los garbanzos, la papa, la batata y la piña de millo. En el rancho, la combinación es de fideos gruesos, garbanzas, papas y chorizo u otro tipo de carne. Otro plato similar son las costillas con papas y piña.
Y ya que las hemos mencionado, las garbanzas son un entrante muy habitual en los guachinches. Suelen tener carne o pescado, aunque también hay versiones con pulpo. Perfectas para empezar una comida en los meses en los que bajan las temperaturas.
El vocabulario canario ha llevado a confusión a más de una persona, y es que se utilizan nombres tan singulares como el de ropa vieja para designar a uno de sus platos típicos. Se preparaba a base de sobras, y hoy los ingredientes oficiales son carne de res, pollo, pimiento rojo, garbanzos y papas fritas.
El escaldón de gofio se come tanto en Tenerife como en otras islas, y consiste en combinar el gofio, el cereal molido típico de las islas, con un caldo de carne o de pescado, y al que se le añade cebolla y mojo rojo. El resultado es un sabor muy intenso que no es apto para todos los paladares.
Además de pescados locales como la vieja a la plancha, el pulpo guisado o frito es otro de los platos habituales en las zonas costeras, siempre bien acompañado de las papas. También, las lapas a la plancha con mojo. Otro plato popular con pescado es el bacalao encebollado.
Y dentro de los postres, no hay solo una opción, sino que podrás elegir entre el Bienmesabe, el quesillo, el Príncipe Alberto, el frangollo o el polvito uruguayo.