La Palma es también conocida como la isla bonita, porque a pesar de que sus dimensiones no son excesivamente grandes, concentra una enorme cantidad de paisajes únicos en el mundo. Sus bosques milenarios y su orografía marcada por los volcanes han configurado un entorno que nunca deja de impresionar. Y más si tenemos en cuenta que dichos volcanes siguen rugiendo con fuerza, como ha sucedido recientemente con Cumbre Vieja, y como hizo en su día el Teneguía.
Paraíso para los amantes del senderismo, el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente es el principal atractivo, con una caldera de gigantescas dimensiones que representa un 10% de toda la isla. Además de las incontables rutas para adentrarse en sus montañas, en su pico más alto se encuentra el Mirador del Roque de los Muchachos, que a algo más de 2.400 metros ofrece vistas panorámicas de la isla y de un mar de nubes.
En el bosque de Los Tilos, Reserva Mundial de la Biosfera, podrás adentrarte en uno de los bosques de laurisilva más antiguos en Europa. Podrás recorrerlos siguiendo varias rutas, entre las que destaca la de los Nacientes de Marcos y Cordero, que atraviesan túneles y cascadas. Si te quedas con más ganas de frondosa vegetación, acércate al Parque Natural de las Nieves, donde está el Cubo de La Galga.
En la costa, la lava y el mar han dado lugar a sitios especiales para darse un baño, como el Charco Azul; una serie de piscinas naturales en San Andrés y Sauces. Otros puntos para bañarse son las piscinas de la Fajana o el Charco verde. También en el mar están los Roques de Garafía, que se alzan sobre el océano desafiándolo en una zona aislada.
Otros lugares interesantes que hay que visitar son Las Salinas y el Faro de Fuencaliente; una zona que abarca 35 mil m² y que fue declarado Espacio Natural de Interés Científico en 1994, y localidades como Santa Cruz de la Palma, Tazacorte o el Poris de Candelaria.
Disfrutar de todos los encantos de esta isla puede llevarte más días de los que crees, aunque todo dependerá de cuánto quieras profundizar y del tiempo que le quieras dedicar a la actividad principal en esta isla, que es el senderismo. Pero hagas lo que hagas durante tu visita, ¡estos son los lugares que tienes que ver en La Palma!
El Parque Nacional de la Caldera de Taburiente y el Parque Natural de Cumbre Vieja son los grandes protagonistas de esta bonita isla, y es que sus explosiones son las responsables de la forma que ha ido adquiriendo con el paso de las décadas. Hay multitud de rutas de diferente longitud e intensidad, aunque la mayoría se mueven entre la intensidad media y alta por ser muy volcánica. Algunas de las más populares son el Barranco de Las Angustias o la Cascada de los Colores.
Por carretera, comprobarás la dificultad del terreno en sus interminables curvas, y te llevarán a sitios imperdibles como el Mirador del Roque de los Muchachos, que por encima de las nubes, te ofrece las mejores panorámicas a la caldera, que hoy está llena de flora y fauna.
Otros volcanes para visitar son el Teneguía, que entró en erupción a comienzos de los 70; Cumbre Vieja, que ha sido el último en modificar la isla, o el de San Antonio, que rugió por última vez en 1677.
Junto a los volcanes, los bosques de laurisilva son otro de los sellos de indentidad de La Palma. El más visitado es el Bosque de Los Tilos, que es Reserva de la Biosfera y que te llevará por un increíble ecosistema de laurisilva macaronésica. Cuenta también con una bonita cascada a poca distancia del centro de visitantes y rutas tan espectaculares como la de los Nacientes de Marcos y Cordero, que atraviesa varios túneles por los que se filtra el agua a través de la roca. Otro bosque de laurisilva es el Cubo de La Galga, muy fácil de recorrer.
Aunque cuenta con algunas playas aptas para el baño, como Tazacorte o Puerto de Naos, el gran atractivo de La Palma para adentrarse en el mar son sus charcos y piscinas naturales. Una forma de disfrutar de sus vivas aguas con la protección que las propias rocas y la erosión del mar y el viento han creado. También algunos han sido el resultado de la intervención humana.
En cualquier caso, el Charco Azul es visita obligada por su bóveda de roca. No es ni de lejos el más cómodo o espacioso, pero por su singularidad hay que pasar por allí. Otros lugares más amplios y acondicionados para el baño son las Piscinas de la Fajana o el Charco Verde, que en realidad es una playa rehabilitada. También en Santa Cruz de la Palma podrás disfrutar de una playa de arena artificial.
En la parte sur de la isla, se encuentra esta extensión dedicada a extraer sal marina. Allí también te espera su bonito faro, y ambos adquieren una paleta de colores muy viva cuando llega el atardecer. Y si te conquista y no quieres marchar, hay un restaurante llamado el Jardín de la Sal.
La gastronomía de Canarias tiene un sabor especial que viene marcado por la influencia del océano, los productos que da la tierra y la forma de preparación de sus alimentos, que en parte se debe a las conquistas que modificaron la realidad de las islas hace ya algunos siglos. Hoy, podemos disfrutar de ricos manjares que sorprenden para bien al paladar y que en esta isla tienen nombre propio. ¡Estos son los platos típicos que comer en La Palma!
Una preparación muy sencilla que, sin embargo, tiene un resultado exquisito, es el queso asado con mojo de cilantro por encima. Basta con utilizar cualquiera de los quesos de elaboración local, que no son pocos, asarlo y servirlo con un poco de esta deliciosa salsa por encima.
De nuevo, esta salsa típica de Canarias vuelve a estar presente. Las papas arrugadas son una tapa que se acompaña con cualquier plato, ya sean verduras, carne o pescado, y que reciben este nombre porque al guisarse con agua muy salada, terminan arrugándose. Puedes elegir entre el mojo rojo y el verde, o combinar los dos.
El gofio es cereal molido, ya sea de trigo, maíz o garbanzo, entre otros. Es un producto típico d ellas islas y no solo se toma en la leche o en los potajes, sino que también se emplea en postres y en platos principales como es el escaldón. El gofio se convierte en una masa y se sirve con caldo de carne o de pescado, y se acompaña de verduras. En algunos restaurantes lo preparan añadiendo trozos de carne o de pescado.
Tomados de la parte más grasa del cerdo, estas cortezas se sirven fritas y recubiertas de gofio, tanto en la isla de La Palma como en La Gomera. En las demás, podrás comerlas sin esta última capa.
La carne de cabra es una de las que más se consumen en la isla, por su abundancia en esta región. Su sabor es bastante fuerte, de ahí que no sea apto para todos los paladares. Pero si quieres probar los platos típicos de la zona, la carne cabra es uno de los imprescindibles.
Además de la carne, el pescado tampoco puede faltar en la gastronomía de una isla. Los más habituales son la vieja y la lubina, y aunque hay varias formas de prepararlos, lo habitual es a la parrilla y acompañados de ensalada y de papas arrugadas. ¡Todo un manjar! Otra delicia procedente del mar que quizás no hayas probado nunca es la morena frita.
Y qué mejor para terminar que un buen postre canario. Las opciones son múltiples, pero en tu viaje tendrás tiempo de probarlas todas. Príncipe Alberto, creado para su visita; Bienmesabe, con almendras, miel y yema de huevo; quesillo canario, un flan de leche condensada, o los almendrados, que se suelen comprar además como recuerdo de la isla.