Viaje a Roma en octubre: Explora la historia y la belleza en otoño

Descubre la historia impresionante de Roma en otoño

El Imperio romano se extendió en la historia desde el 27 a.C hasta el 476 d.C. Al abarcar tantísimos años, tuvieron tiempo suficiente para crear las incontables obras que podrás visitar al viajar a Roma en octubre.

La arquitectura romana es una fusión entre la griega y la etrusca. Se caracteriza por el uso de arcos, columnas y cúpulas. En cuanto a los materiales, destacan la piedra, el hormigón y el mármol, este último con un valor muy elevado. Algunas obras destacadas son la Basílica de San Pedro, la Capilla Sixtina o el Coliseo.

Pero además de arquitectura, en esta ciudad el arte se aprecia en prácticamente todas sus facetas. Y no solo en el interior de museos y capillas, sino incluso en las plazas. El gran Miguel Ángel es autor de algunas de las más impresionantes esculturas, como son La piedad o Moisés, pero tampoco tienen desperdicio otras como El Laocoonte. Todo lujo de detalles con los que deleitarse sin límites.

Puesto que las temperaturas descienden en estos meses, la visita se vuelve más agradable. Y es que durante el verano, los termómetros se ponen al rojo vivo. Otra ventaja es que el número de turistas desciende considerablemente, y dada la cantidad de lugares y monumentos para visitar, te interesa que no haya demasiadas colas si no quieres perderte nada.

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Planifica tu viaje a Roma en octubre: Consejos y recomendaciones 

Antes de viajar a Roma en octubre, es importante planificar tu itinerario. Precisamente por la razón que acabamos de darte: hay una infinidad de puntos de interés. Además, si te gusta el arte y te gusta permanecer de pie algún tiempo delante de las obras, aquí las visitas se te alargarán ilimitadamente.

Asegúrate de incluir visitas a los lugares más destacados, pero también más concurridos, y deja tiempo para perderte por sus calles y explorar los rincones menos conocidos de la ciudad. Además, octubre es el mes perfecto para participar en tours guiados, ya que los grupos son más pequeños y se facilita la consulta de información interesante.

Ten en cuenta también que la mayoría de monumentos requieren de una entrada. Si no quieres tener que hacer cola, puedes hacer tus reservas con tiempo online y así ir organizándote los días de tu escapada. Y de cara a facilitar los desplazamientos, puedes empezar a familiarizarte con las opciones de transporte público; si hay algo que también caracteriza a Roma, es su caótico tráfico.

 

Explora los monumentos históricos de Roma en octubre

Ya hemos mencionado algunos de los monumentos históricos, como la Capilla Sixtina, en cuya bóveda se encuentran los frescos de Miguel Ángel, el impresionante Coliseo o el Foro Romano, que incluye ruinas de multitud de monumentos, edificios y ruinas de templos, arcos y basílicas. El Panteón es otra visita obligada, que hoy es una iglesia católica.

Si te gustan los museos, te va a costar elegir, porque hay arqueológicos, como los Museos Capitolinos; los modernos, entre los que destacan el Museo Napoleónico o el de Pietro Canónica; los contemporáneos, como el Museo Carlo Bilotti, o los científicos, que se alejan del aura clásico de la ciudad.

Otros puntos de interés son el Vaticano, cuya Plaza de San Pedro acostumbra a estar abarrotada en verano. Al viajar a Roma en octubre, además de la mencionada Capilla, podrás apreciar la grandeza de la Basílica de San Pedro y los Museos Vaticanos con más tranquilidad.

Y en la Fontana di Trevi, que es la más grande de la ciudad, te espera Neptuno rodeado de caballos y tritones. Por si quieres probar suerte, cuenta la tradición que al lanzar una moneda de espaldas sobre el hombro derecho y con la mano izquierda, se volverá a Roma, y si se lanzan dos, se encontrará el amor.

 

Gastronomía y cultura en Roma durante la temporada de otoño

Italia nos ha traído platos como la pizza o la pasta, y aquí podrás disfrutar del sabor más auténtico. Pero más allá de degustar ambas propuestas en su versión local, como la pasta all'Amatriciana, te recomendamos que te abras también a otros platos típicos. Por ejemplo, la porchetta, un cerdo asado lentamente con hierbas y especias, y que se sirve en pan fresco.

También los supplí alla romana, que son croquetas rellenas de arroz, carne y mozzarella; la trippa alla romana o callos de ternera preparados con una salsa de tomate; las diferentes opciones con alcachofas o, entre los postres, el helado o el maritozzo, un bollo con mucha nata por encima.

 

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